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miércoles, 14 de agosto de 2013

LIBERARNOS HOY


POR ARIEL POLONI DABALÁ

La única forma que visualizo hoy para mantener mi libertad, nuestra libertad, y poder obrar en consecuencia, es hacernos conscientes y aceptar, no resignarse y luchar, pero comprender y aceptar que esta violenta agresión neoliberal que nos acomete y envuelve cada día nos ha incidido y nos incide, en nuestros sentimientos, nuestro razonar, nuestras creencias, nuestras conductas, nuestro relacionarnos con los demás y con la sociedad toda, nuestro reaccionar ante la desidia generalizada, la negligencia generalizada, la inercia, el hábito, la costumbre, nuestra vida toda.
Si reflexionamos y comprendemos que toda la maquinaria publicitaria para “hacer creer” – para engañarnos y poder seguir dominándonos, como nos han hecho creer, por ejemplo, que existe o alguna vez existió el mercado libre –, es planificada, ejecutada deliberadamente, entonces empezaremos a ponernos en guardia. Si tenemos en cuenta los salvajes espionajes que el fascismo orquesta cada día para conocernos mejor y mejor dirigir nuestro sentir, nuestro pensar, nuestro creer y nuestro accionar, y comprendemos que nos trasciende y nos repercute, nos afecta, que tiene efecto en nosotros, entonces y recién entonces nos ponemos en posición para poder revisar el alcance de su influencia sobre nosotros. Comprenderemos así cómo ejerce y ha ejercido su predominio, con una pretendida fuerza moral realmente inmoral, deshonesta, impúdica, obscena, corrompida y corruptora.
Explicito mejor estos conceptos con algunas ideas, que importan, tomadas al azar hoy:
LIDERAZGOS FUERTES - esta idea es central en el progresismo actual; Tony Blair, el del genocidio en Irak con George Bush, organiza conferencias internacionales para la formación de liderazgos fuertes a nivel mundial; en Uruguay, el ex-Presidente Vázquez, en sus “APUNTES PRELIMINARES REFERIDOS A LA EVENTUAL ACTUALIZACIÓN IDEOLÓGICA DEL FRENTE AMPLIO”, en el último párrafo propone: “…ofrecer un liderazgo sólido y al mismo tiempo recoger sus aspiraciones más compartidas.” Esta es una necesidad del capitalismo en su etapa neoliberal, tendiente al fascismo. No, no necesitamos líderes neoliberales; sabemos a dónde apuntan los liderazgos sólidos. Necesitamos equipos de trabajo fuertes y conciencias limpias.
NO PODEMOS – es una vieja idea fascista incrustada en la social-democracia desde siempre y que la han mantenido en todas sus evoluciones posteriores hasta llegar el progresismo hoy. Ya Lenin unos cien años atrás les señalaba: “no digan que no pueden, digan que no quieren”. Hoy, en Uruguay, el progresismo en el gobierno la utiliza con mucha fuerza.
EL CAPITALISTA TIENE FUERZA Y DECIDE – el capitalista está acostumbrado a mandar, como el estanciero en su estancia; a tomar sus decisiones por todos y pretende obligar a todos a que se lo obedezca, tratando a los demás como si fueran sus peones, sus inferiores o sus subordinados. Y no es así. Hay gobernantes que están de acuerdo con los capitalistas, hay gobernantes que son parte de ellos, puede que haya gobernantes que reciben coimas de ellos, otros que parecen tenerles miedo, otros que son simples alcahuetes por vocación. El capitalista dice y cree que tiene fuerza y decide, pero, ¿qué dice la historia?
SI DESOBEDECEMOS ES PEOR – El capitalista es un extremista que plantea sus exigencias del modo más agresivo posible: o se los obedece o hacen la guerra o meten dictaduras. Si esto no fuera una falacia, ¿cómo progresan la humanidad y el humanismo?
PRIMERO HACER LA TORTA PARA DESPUÉS REPARTIRLA – otra vieja idea fascista ya utilizada en Uruguay a principios de la dictadura cívico-militar. ¿No recuerdan al general torturador Bolentini metido a político? “No podemos repartir la miseria”, primero hay que producir… Convendría que los contadores y economistas jóvenes que se meten a políticos estudiaran algo de historia además. Especialmente los sedicentes de izquierda.
EL DINERO MANDA – ¡Falso! Las bolsas de valores en dinero se desploman y las crisis revientan por un sentimiento: la confianza. Porque los sentimientos humanos son mucho más fuertes que el dinero; el dinero manda a los fascistas, no a los seres humanos libres y democráticos. Así como en las bolsas, en política también define la confianza… y la desconfianza.

Por este tipo de cosas es que la única forma que visualizo hoy para mantener mi libertad, nuestra libertad, y poder obrar en consecuencia, es hacernos conscientes y aceptar que andan muchas ideas en la vuelta que no son nuestras, sino de los fascistas.
En Uruguay, los partidos de la dictadura, el Partido Nacional y el Partido Colorado, ya perciben que están desechos, que ni juntos tienen posibilidades electorales y han empezado a utilizar con más fuerza que antes formas de confundir conceptos desparramando sus ideas disfrazadas. Cada día van más a contrapelo de la historia, la situación los obnubila, se ofuscan y confunden, porque lo único que atisban en el horizonte político uruguayo, que vislumbran por los indicios es derrotas y más derrotas.
Cuenta la mística frenteamplista que una vez el “PUEBLO DIJO BASTA Y ECHÓ A ANDAR”. ¡Allá vamos!




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