Letras tu revista literaria

viernes, 1 de febrero de 2013

Indultos y silencios



La lentitud del magma


Pedro Luis Ibáñez Lérida*


"La muerte de cualquier hombre me disminuye porque
estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca
hagas preguntar por quien doblan las campanas:
doblan por ti".

John Donne


                                   La capacidad de indultar que posee el gobierno se aproxima al mundo taurino y no sólo por la utilización del mismo vocablo. El indulto no necesita, en ambos casos, que su decisión esté motivada. Se lleva a efecto y ya está. El rigor de la presidencia sobre los valores intrínsecos del morlaco en su embestida o del gobierno en la calibración de su magnánimo proceder,
no es marchamo de garantía. Simplemente una decisión que, visto las tomadas hasta ahora, dejan mucho que desear.

                                   La pregunta es, ¿dónde está el límite? Conductores suicidas, policías torturadores, políticos corruptos, banqueros estafadores... La lista no por larga es menos intensa. Y no por intensa es menos aleccionadora en cuanto al poder redentor del ejecutivo. Pensemos en la amnistía de los impuestos opacos – regularización fiscal, según define el ministro de hacienda en un ridículo empeño de revestir la conversión del fraude en legalidad- y el resultado conocido en el extesorero del Partido Popular. Incitando a la sospecha sobre quiénes pueden ser el resto de beneficiarios de esta medida y el origen del montante económico que legalizan. El escritor italiano Luciano Bianciardi manifestaba sobre su novela La vida agria que era "una historia mediana y mediocre (...) y precisamente por ser mediocre creo que merece la pena contarla". En esta novela la cotidianidad está amenazada por la hostilidad del capitalismo que no cesa de lanzar dentelladas. Frente a éste la utopía constreñida por el precio de la vivienda, la precariedad, el tráfico, el absurdo contenido de la política y el vacío que deja a su paso. La deriva del personaje protagonista no es consecuencia de la vida que lleva sino de los bandazos del capitalismo en el proceso de readapatación al contexto sociopolítico. Bianciardi se zafa de la maledicencia procaz y contestataria. Diluye su rabia en una prosa sencilla y juguetona. Se ríe de si mismo y de las vicisitudes  que constata en su quehacer diario. Tanto de él como de su personaje que se encamina a la autodestrucción. Leyendo al autor de El mal oscuro, tenemos la sensación de haber vivido de nuevo lo definido como situación actual de crisis. Así nos cuenta que todos los médicos son de confesión católica. Y es que los enfermos son los únicos culpables  de su enfermedad. Los excesos y el pecado desembocan en la ausencia de salud. Denota un sentido del humor que compite con la lucidez que desprende. La conclusión sobre la situación social es esa: la crisis es consecuencia de nuestros males y éstos sólo tienen una resolución: el sacrificio abnegado del ciudadano, la fe ciega en las decisiones políticas y el mercantilismo de estancias, hasta ahora, protegidas y amparadas, más mal que bien, por la herencia y la costumbre: salud, educación, cuidados asistenciales...

                                   El beneplácito del indulto en el campo laboral significa un descenso a los infiernos. La empresa automovilística Nissan Motor Ibérica ha planteado a los sindicatos una nueva fórmula de retribución salarial. El 40 por ciento del sueldo estará condicionado por criterios de rendimiento productivo: asistencia, comportamiento, aptitud y  rendimiento. Por lo que existirán trabajadores con la misma categoría y distinto salario. La desigualdad llevada al extremo desquiciado del despropósito. La degradación laboral es un signo de los Tiempos modernos. Como en la película del mismo título de la que Charles Chaplin fue director, actor, guionista y compositor. La mecanización del proceso productivo va sustrayendo la dimensión humana del trabajo. No es que prescinda de él, sencillamente lo hace una pieza más. Forma parte de un engranaje que lo despersonaliza y aliena. Lo convierte en un elemento accesorio que puede ser cambiado por otro si llegara el caso. La desregulación ha supuesto un cauce fértil para el síntoma más evidente de las relaciones laborales: no existen. Como señala el señala el refrán "A río revuelto ganancia de pescadores".

                                   El siencio es la embestida más dura. La no respuesta, la indiferencia, la sensación de ninguneo y ese proceder autista de ausentarse de los procesos. Podemos tildar esta actitud de cínica o hipócrita. Aunque la arrogancia suele llamar a la coexistencia con la no asunción de la insoslayable realidad. El abogado de María Gómez Valbuena -Sor María- ha solicitado el archivo de los dos casos de niños robados. El reciente fallecimiento de la religiosa ha sumido en el silencio una causa de dolor mantenido en el tiempo. La escritora arriacense Clara Sánchez nos ofrece en su novela Entra en mi vida, desde una perspectiva psicológica y haciendo especial reposo en los sentimientos de las víctimas, un retrato sin juicios morales en el que los personajes femeninos entrelazan sus vidas. El título de la obra responde a la reconciliación con el duelo que comienza en orden inverso al que estamos acostumbrados. Adentrarse en el dolor de la pérdida, hasta ahora, desconocida y súbitamente hallada. La literatura se reconoce en el mar del lenguaje que, entre otras cosas, alivia.
                                  
*Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta, articulista, coeditor de Ediciones En Huida. Contacto: pedrolerida@gmail.com

Artículo patrocinado por LetrasTRL Nº. 54-febrero-2013 http://www.alvaeno.com/letrasTRL.htm

 


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